Año: 2005
Autores: Santiago Becerra
Con: Construcía, Antonio Bernal, Francisco Andeyro

En Febrero de 2004 el tráfico en el Aeropuerto de Barajas, según las estadísticas, fue de 2,8 Millones de pasajeros. Cien mil personas al día. Cuatro mil cada hora…
Un aeropuerto que soporta semejante tráfico, necesariamente, tiene escala de infraestructura. Un espacio difícilmente habitable, pensado para cuatro mil personas al mismo tiempo, no para un individuo.
Entonces… ¿Cómo sentirse importante, especial, privilegiado? ¿Cómo hacer notar a una persona de entre cuatro mil con las mismas preocupaciones, agobios, prisas y angustias, que alguien está pensando en ella y no en las otras 3.999? ¿Cómo conseguir que no se sienta como una parte más del flujo de capital humano diario?





