CENTRO EDUCATIVO DE INFANTIL Y PRIMARIA. CÓRDOBA

Año: 2010

Autores: Isabel Benito, Elena Verdú, Carmen Pérez, Santiago Becerra

La parcela sobre la que se ha de situar el nuevo Centro Educativo tiene 3.600 m2 de los cuales, aproximadamente la mitad, están ocupados por arbolado existente en la parcela. Si a eso le añadimos la necesidad de instalar una pista deportiva de 22×44 m. nos encontramos con una situación un tanto desfavorable en cuanto a la libertad de posibilidades de distribución del proyecto sobre la parcela.
Tendríamos pues dos alternativas posibles: La primera, sería situar el Centro en la zona despejada de la parcela, orientada hacia el Sur, con lo que tendríamos suficiente área de movimiento como para poder plantear un proyecto con suficiente libertad, el problema de esta opción es que si la superficie aproximada de ocupación del edificio acabará siendo de unos 850 m2, la pista polideportiva, necesariamente se colocará en conflicto con el arbolado existente y en una zona de la parcela de geometría irregular, con la inevitable aparición de espacios residuales; la otra posibilidad –y casi la única posible– es situar la pista polideportiva en la parte geométricamente regular y despejada de la parcela, orientada hacia el Sur y sin necesidad alguna de sacrificar ningún ejemplar del arbolado existente.

El problema de esta segunda opción es que el área de movimiento de la edificación queda constreñida entre la pista y el arbolado, no dejando mucha más opción que un volumen prismático de excesiva profundidad, con mala iluminación y escasa ventilación natural debido a una crujía de aproximadamente 20 metros de ancho que no se podría reducir, ya que el aumento necesario en número de plantas para compensar la pérdida de de superficie está limitado por normativa.

Aunque aparentemente queden pocas opciones, existe una que proporciona un equilibrio razonable entre todas las variables del problema: partiendo de la segunda opción antes comentada, extender la superficie de planta a través de una serie de “brazos” que con cierta libertad geométrica se van adaptando a los espacios libres entre el arbolado, aumentando el perímetro de fachada –y, por tanto, la ventilación e iluminación y reduciendo el ancho de la edificación en una serie de puntos permitiendo a su vez que las zonas verdes penetren también en la edificación.
De esta forma, no sólo se consigue la deseada ventilación e iluminación, sino que también que la fachada norte se quiebre envolviendo las copas de los árboles, buscando vistas cruzadas y orientaciones intermedias.

La orientación Norte-Sur coincidiendo sensiblemente con la dirección más alargada de la parcela, y tras las operaciones geométricas realizadas para sacar el mayor partido posible al solar, nos dejan una clara opción de distribución del programa de necesidades en bandas perpendiculares al eje formado por las mencionadas orientaciones, reservando para la orientación Sur el Área Docente (AD) considerando ésta como las aulas-base de la dotación del centro –3 aulas de segundo ciclo de Infantil y 6 de Primaria- con las debidas protecciones solares calculadas para evitar las ganancias térmicas no deseadas en verano y permitirlas en invierno.
Al otro lado, en la “cara Norte” del edificio, se situarían las Áreas de Usos Complementarios (AUC) comprendidas por las aulas técnicas, específicas, de apoyo, desdobles y administración, de uso esporádico o no permanente, generando una serie de aberturas entre los “brazos” que permitan la circulación cruzada de aire fresco de las zonas de sombra provocadas tanto por el arbolado como por los propios brazos.
Entre ambas bandas de uso se sitúa la franja central de comunicaciones y espacios comunes, sobredimensionado en ancho –3 veces el requerido– para evitar la percepción de “corredor” y convirtiéndose en el lugar de interacción entre los usuarios del edificio.

Aparte de conseguir los beneficios mencionados en cuanto a funcionalidad, claridad organizativa, promoción de la interacción entre los usuarios, respeto al entorno medioambiental y aprovechamiento de recursos energéticos de carácter “pasivo”, como consecuencia de la adaptación natural a la distribución del arbolado, se obtiene una clara diferenciación geométrica de cada uno de los brazos, lo que facilita la orientación y da un carácter perceptivo completamente distinto a los espacios abiertos a ambos lados de la edificación. Hacia el lado Sur, el patio de grandes dimensiones, abierto y con pista polideportiva de los alumnos de Primaria, mientras que al otro lado se fragmenta en pequeños espacios de carácter más recogido y doméstico –no sólo por las dimensiones en planta, sino que también, gracias a la inclinación de la cubierta, la altura del edificio es menor en esa parte– aportando una mayor riqueza perceptiva y facilitando el control desde un único punto, de manera que se convierte en la zona más apropiada para juegos y docencia exterior de Infantil.

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