Año: 2008
Autores: Carmen Pérez, Elena Verdú, Isabel Benito, Santiago Becerra, Miguel Moreno GM3 (Paisajismo)
Colaboradores: Jogosa Medioambiente (Instalaciones), 3D3 Ingeniería (Estructura), Pedro Valiente, Vicente Arenas (Arq. Técnicos)

Los caminos principales están pavimentados en madera tratada para intemperie (cuperizada), la flexibilidad para manipularla y su escaso peso la convierten en un material idóneo para estas zonas. Al tratarse de un material perteneciente al reino vegetal, aporta continuidad a las zonas de plantación y al ser un material de carácter doméstico se pueden resolver las zonas de contacto directo (barandillas, asientos…) a través de pliegues del mismo.

Las zonas de plantación entre caminos se resuelven en forma de pequeñas lomas, para aproximar lo plantado a la mano del paseante (tacto) y para reducir la carga sobre la estructura existente del aparcamiento subterráneo. Dentro de las zonas de plantación entre caminos principales, aparecen unos senderos de servicio para el mantenimiento de los parterres.

Tanto la vegetación como el resto de los elementos que configuran el parque, se agrupan en función de su percepción sensorial. Por ejemplo, a través del sentido del oído: las agrupaciones de plantas de bambú, estratégicamente colocadas, producen un sonido reconocible en presencia de una ligera brisa.
Con la misma intención, un cauce de agua sigue el mismo recorrido que los caminos principales, produciendo un leve ronroneo que acompaña al paseante. En los cambios de cota, a modo de señalización acústica, el reguero se transforma en un pequeño salto de agua, advirtiendo de la presencia de una rampa.
Incidiendo en la estimulación de la percepción sensorial del caminante, existen zonas ajardinadas con parterres de plantas aromatizantes, agrupadas por especies, y acompañadas de textos interpretativos en braille en las barandillas del camino.

Tanto el sonido como el olfato y el tacto proponen experiencias sensoriales accesibles a discapacitados visuales totales, pero también se tienen en cuenta las discapacidades parciales o la ausencia de ellas, mantos de plantas florales agrupadas por colores contrastados ofrecen una imagen cambiante según la etapa de floración de cada una de las especies.

Como compendio de la percepción a través de todos los sentidos, una escultura de gran formato se sitúa en una zona donde la estructura del aparcamiento subterráneo permite cargas de ese tipo. Ese área se configura como una zona de «book-crossing» acompañada de una zona de lectura.
Cercanas a las áreas estanciales se disponen pérgolas que proporcionen de forma artificial la sombra que, por las condiciones del aparcamiento subterráneo, no pueden proporcionar los árboles de mediano y gran porte, ya que es inviable su plantación debido a la escasez de tierra y al peso.


