Año: 2013
Autores: Santiago Becerra
A finales del mes de septiembre, los inquilinos del Café Pazo de Altamira nos solicitan propuestas para mejorar su local. Los problemas que expresan son distintos: algunos están relacionados con la percepción que los clientes tienen del espacio y otros con la funcionalidad. El local, que antes se destinaba a servir los desayunos del hotel, ahora es necesario que albergue un restaurante que, al mismo tiempo, permita distintas funciones tales como: actos de presentación, catas, cursos de cocina, comidas de grupos, venta de productos y cenas íntimas y, seguir manteniendo el servicio de desayunos del hotel. Además de esto, se solicita un cambio en el acondicionamiento ambiental y acústico de la sala, ya que las condiciones originales de la misma resultan frías, poco acogedoras y ruidosas incluso con pocos clientes y, por último, aunque no menos importante, también se solicita incrementar la cantidad de servicios para poder rentabilizar mejor el local, que se realice en poco tiempo (no es viable perder la campaña de navidad) y con un presupuesto muy ajustado.

Imágenes del estado original. ©Santos-Díez
La propuesta pretende dar respuesta a todas las peticiones sin que ello signifique utilizar una estrategia diferente para cada una de ellas, lo que a buen seguro complicaría la ejecución y alargaría los plazos. La actuación es sencilla, introducir elementos de mobiliario que puedan dar soporte a las distintas funciones requeridas de forma específica (estanterías para exposición de productos, por ejemplo) o que proporcionen flexibilidad de forma indirecta (mesas y sillas con ruedas industriales que permitan distintas configuraciones) diseñados con un único material (madera, de pino país o abeto alistonado) con características adecuadas para el acondicionamiento acústico y que aporte mayor calidez al local.




Dentro de esa familia de objetos, las estanterías para la exposición y venta de productos se utilizarán también como elemento de acondicionamiento acústico, proporcionando calidez, flexibilidad y relieve a los muros reflectantes existentes. Tanto la estructura fraccionada de los estantes, formada a través del apilamiento de cajas de botellas de vino, como las botellas, latas y decoración que se introducirán en ellas, proporcionarán la complejidad geométrica necesaria a los muros como para absorber gran parte de las reflexiones sonoras, reduciendo la contaminación acústica. Esa misma complejidad geométrica, se convierte en visual cuando las estanterías están llenas de producto, haciendo referencia al vecino mercado de abastos y al abigarramiento de los expositores de los puestos, dando una sensación de continuidad conceptual entre un espacio y otro que también forma parte de la filosofía culinaria del local.

Pero esa complejidad visual y funcional no podía traducirse en una complejidad constructiva, ya que era necesario ajustar tanto el presupuesto como los tiempos de montaje, por ello se diseña un premontaje de las cajas sobre tableros en taller, que luego se montarán rápidamente sobre los muros existentes, sin necesidad de remates posteriores.


Para resolver la contradicción aparente entre el aumento de plazas pretendido y la flexibilidad casi absoluta, junto con la intención de los propietarios de utilizar un sistema de banco corrido de arraigada tradición local en las ferias, se propone ‘cortar’ tanto las mesas como los bancos en unidades de menor tamaño de manera que, usando ruedas industriales, se pueda modificar su configuración bajo demanda con facilidad, así como usarlas en configuraciones individuales si fuese necesario, sin perder la configuración de banco continuo, pero introduciendo respaldos para mejorar el confort. También se introducen módulos de banco bajo las ventanas que permiten aprovecharlas para almacenaje o como lugar de recogimiento.
Imágenes del restaurante en uso. ©Café Pazo de Altamira




Configuración para curso de cocina

Configuración para curso de cata de vinos

Paneles usados como imagen corporativa y fondo para entrevistas…

…presentación de eventos deportivos…

…o actuaciones musicales

El único material diferente a la madera que se introduce es la tela de arpillera, haciendo de nuevo referencia al mercado de abastos, para atenuar la reflexión acústica de los paños de mármol de la zona de cocinas, que también serán usadas como soporte de imagen corporativa.
